Viene del viernes 29/enero/21
Me dispuse a hacer café. Después de llenar el filtro de la cafetera comprobé que el bote se encontraba casi vacío. Pronto tendría que volver a abastecer los armarios de la cocina y la pequeña alacena situada junto al arcón de los congelados. Ya habían pasado casi seis meses desde la última vez que me alejé de mi familia. Fueron diez días separado de Megan y los niños. Tenía que reconocer que Álex y Samantha estaban llevando aquello con mucha entereza, no todos los días se entera uno que todo lo que has conocido, en tus siete y nueve años de vida, ha desaparecido para siempre. Nadie podía estar preparado para lo que pasó hacía ya tres años. Aún no podíamos saber si éramos unos afortunados o, por el contrario, las únicas personas que tendrían que pasar por toda aquella mierda en la que se había convertido el mundo. Lo que sí sabíamos era que estábamos vivos, a no ser que todo fuera una maldita pesadilla.
Continuará