Viene del martes 2/03/21
Después de comer ayudé a Trevor a bajar las mochilas del todoterreno. Me fijé en que llevaba dos fusiles de asalto en la parte trasera del vehículo.
-¿Dónde has conseguido esas armas? -pregunté.
-Las encontramos junto a los cadáveres de dos soldados, cerca de Akron -contestó Trevor con naturalidad mientras se cargaba con dos mochilas sus espaldas.
Le dije que tendría que dejarlas en el vehículo, que las únicas armas que entrarían en casa serían las mías. No se lo tomó a mal.
-¿Tenéis pensado seguir con vuestro viaje? Digo cuando esté tu familia recuperada -me atreví a preguntarle.
Trevor paró por un momento y me miró.
-Perdona, Ben, aún no os hemos pedido permiso para quedarnos unos días en vuestra casa. Creo que sería lo más razonable, hasta que Melissa esté recuperada del todo -contestó Trevor con el gesto en la cara de alguien que nunca hubiese roto un plato.
-Sí, claro. Estáis en vuestra casa -respondí sin convicción alguna.-Por cierto, antes de comer te quedaste con una frase a medias ¿qué querías decirme cuando Megan nos interrumpió? -pregunté colocándome delante de él. Trevor miró hacia los lados y hacia la entrada de la casa antes de contestar.
-Bueno, no sé si tendrá importancia, pero creí ver como si alguien nos siguiera, rastros de polvo por caminos por los que antes habíamos pasado. Lo mismo eran remolinos de viento, pero no estoy seguro -confesó Trevor bajando la voz. Al parecer no les había dicho nada a su mujer y a su hija por no asustarlas. Ahora el asustado era yo.
Al entrar en la casa vimos como Elaine ocupaba un sitio en el sofá del salón, junto a Alex y Samantha.
-¿Dónde está vuestra madre? -pregunté a los niños.
-Está en la habitación, con la madre de Elaine -contestó Samantha sin levantar la vista de un álbum de fotos que enseñaba a su nueva amiga y a Alex.
Ayudé a Trevor a llevar todo su equipaje a la habitación. Mientras entraba en el dormitorio me fijé en el tatuaje que, parecía, intentaba disimular con un pañuelo color caqui, justo en la parte izquierda de su cuello. Hubiese jurado, en aquel instante, que había visto antes aquel tatuaje, pero ¿dónde?
Continuará…