En 1949, a mi abuelo y a mi nos encantaba ver la televisión. Nos sentábamos juntos en el sofá después de comer y no nos levantábamos de él hasta que no llegaba la hora de la merienda, sobre las seis de la tarde. Nuestros programas favoritos eran los concursos culturales, competíamos por ver quién acertaba más preguntas. Muchas veces venían mis amigos a buscarme para salir a jugar a la calle; entonces yo miraba a mi abuelo y, él, con un pequeño movimiento de su cabeza, me daba permiso para salir un rato después de haber merendado. Recuerdo con nostalgia aquellos días. Hoy mi abuelo ya no está con nosotros, pero seguro que sigue acertando muchas de las preguntas de los concursos que hoy sigo yo viendo con mis hijos.

- El juego consiste en averiguar qué es lo que está mal en el pequeño relato que acompaña a la fotografía. ¡Suerte! Os leo en los comentarios.